El cambio sísmico en la economía de Argentina

Durante los primeros diez meses de este año, el sector minero de Argentina logró un récord en exportaciones para este período, alcanzando los 4.800 millones de dólares. En octubre, la nación alcanzó una producción récord de petróleo, llegando a 859,000 barriles por día. El sector de petróleo y gas registró un superávit comercial de 6 mil millones de dólares durante los primeros diez meses del año, superando el total de 2024. Esto marca el inicio de una fase transformadora para la economía de Argentina, largamente anticipada y que se está desarrollando gradualmente. El presidente Javier Milei ha desempeñado un papel en este resultado, pero no se puede atribuir únicamente a sus acciones. Sin embargo, él es el presidente que – si ejecuta sus políticas de manera efectiva – se beneficiará de un país que está a punto de experimentar una afluencia de dólares estadounidenses no vista desde el significativo auge de las materias primas a principios de los años 2000, una bonanza que permitió a los adversarios políticos de Milei, el kirchnerismo, dominar durante más de una década. Los Kirchner utilizaron estratégicamente la afluencia de fondos para inicialmente saldar casi 10 mil millones de dólares en efectivo que debían al Fondo Monetario Internacional. Posteriormente, dirigieron recursos hacia iniciativas de distribución de la riqueza, notablemente la Asignación Universal por Hijo (AUH), que sigue siendo un elemento fundamental del marco de bienestar social de Argentina, junto con una amnistía de pensiones sustancial que permitió a millones acceder a beneficios de jubilación a pesar de contribuciones mínimas durante sus años de empleo.

La implementación de estas políticas facilitó el éxito de los Kirchner en asegurar dos reelecciones: 2007 (Cristina I) y 2011 (Cristina II). Milei representa una perspectiva contrastante. La base de su agenda es la prudencia fiscal: la motosierra. Tiene la intención de destinar cualquier superávit al pago de las deudas de Argentina; sin embargo, la preocupación urgente para los inversores es si este flujo de efectivo será suficiente para abordar tanto la deuda pendiente como las necesidades de consumo de la nación. La conclusión es sencilla: no ocurrirá. Las fuentes realizaron un cálculo sencillo sobre la exportación per cápita de recursos naturales de Argentina. En 2024, la cifra se situó en US,184, lo que representa menos de un tercio de los US$3,594 de Chile y menos del 10 por ciento de los US3,000 de Australia. Esto es particularmente sorprendente cuando se compara con las naciones ricas en commodities como los Emiratos Árabes Unidos con US3,886 y Qatar con US$40,873.

Esto representa el escenario actual, sin embargo, la narrativa futura muestra una variación estructural mínima. Si las estimaciones optimistas se cumplen, las exportaciones del país en energía y minería podrían potencialmente duplicarse o triplicarse en los próximos cinco años, llevando a una exportación per cápita de poco más de US ,000 en recursos naturales para 2030. Una Argentina completamente mercantilizada es insostenible para una población de 45 millones de personas que aspiran a llevar vidas dignas, junto con un gobierno comprometido a cumplir con todas sus obligaciones financieras. Sin embargo, Milei parece indiferente a este consenso generalizado y, en cambio, está transmitiendo a los argentinos que el futuro esperado surgirá de estos sectores prominentes. En consecuencia, uno de los objetivos clave del gobierno este verano será revisar la legislación que protege los glaciares en los Andes, permitiendo así a las empresas mineras mayor libertad en sus actividades de exploración y extracción de recursos. El sector minero sostiene que la legislación promulgada en 2010 durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner es excesivamente restrictiva y carece de claridad en la delimitación de las áreas protegidas. El ex presidente Mauricio Macri intentó implementar cambios pero no tuvo éxito.

Milei, impulsado por un significativo impulso político, parece tener una oportunidad mejorada, especialmente dado el entusiasmo de los gobernadores de las provincias mineras en el oeste de Argentina para brindar su apoyo. La iteración actualizada les permitirá determinar las regiones específicas que merecen protección o aquellas que no. Mientras esas regiones aspiran a prosperar, las afueras de Buenos Aires están experimentando dificultades. La economía de Argentina está experimentando una división que recuerda a una fractura tectónica que ocurre bajo la superficie. Esta semana, inesperadamente, una moderna planta de fabricación de electrodomésticos operada por la empresa estadounidense Whirlpool cesó operaciones en la ciudad de Pilar, resultando en la pérdida de empleo para más de 200 personas. La inauguración tuvo lugar con gran fanfarria inmediatamente después de la pandemia en 2022. Sin embargo, las importaciones desde China están aumentando: en 2023, el país importó 51,000 lavadoras; hasta ahora en 2025, 916,000 unidades, según cifras de la asociación de fabricantes UIA. Este principio es igualmente relevante para otros bienes de consumo. En los próximos meses (¿y potencialmente años?), cada argentino deberá observar de qué lado de la división se encuentra.